El Gobierno de Tailandia acordó el martes levantar el estado de emergencia que llevaba en vigor ocho meses en Bangkok y otras provincias, citando una mejora del clima político y una postura menos enconada de los opositores "camisas rojas".
Si el Gobierno prevé un resurgir de la violencia, puede recurrir a una ley de seguridad menos dura, el Acta Interna de Seguridad (ISA), que está en vigor y permite a las autoridades imponer medidas como toques de queda o prohibición de reunirse.
"El gabinete evaluó la actual situación y halló que el movimiento de los manifestantes es más pacífico, dentro de la ley y meramente simbólico", dijo Supachai Jaisamut, portavoz del Gobierno.
El estado de emergencia se declaró en Bangkok y las provincias limítrofes el 7 de abril después de que los manifestantes que ocupaban el corazón comercial de Bangkok entraran en los terrenos del Parlamento.
Luego fue extendido a otras provincias, incluidos muchos bastiones de los camisas rojas, en un intento de controlar el movimiento de protesta, que fue finalmente sofocado por el Ejército en mayo.