En Tailandia hay trece centros similares o colonias de leprosos, la mayoría pobladas por personas que ya están curadas pero que se resisten a abandonarlos por temor al rechazo social.
La leprosería de las afueras de Bangkok es una de las pocas que quedan en Tailandia, donde desde hace años se intenta integrar en la sociedad a los enfermos de lepra, mal que afecta a unas 29.000 personas de países del sudeste de Asia.