Una leprosería de la periferia de Bangkok es hogar de cientos de afectados

En Tailandia hay trece centros similares o colonias de leprosos, la mayoría pobladas por personas que ya están curadas pero que se resisten a abandonarlos por temor al rechazo social.

La leprosería de las afueras de Bangkok es una de las pocas que quedan en Tailandia, donde desde hace años se intenta integrar en la sociedad a los enfermos de lepra, mal que afecta a unas 29.000 personas de países del sudeste de Asia.

En el centro de leprosos de Phrapradaeng, un recinto amurallado y situado a unos 20 kilómetros al sur de Bangkok, varios cientos de infectados acompañados de su familia viven en seis o siete edificios de pisos o en las decenas de chozas que han levantado para dar un techo a los enfermos y familiares que han ido llegando.

En Tailandia hay trece centros similares o colonias de leprosos, la mayoría pobladas por personas que ya están curadas pero que se resisten a abandonarlos por temor al rechazo social.

"Hoy día, una persona con lepra viene al hospital, se le somete a un tratamiento gratuito de seis meses o dos años dependiendo de la severidad de la infección y luego se marcha a casa", indicó a Efe Somkiat Maha-udomporn, fisioterapeuta del hospital de Phrapradaeng.

"El problema es que las personas que llevan toda su vida viviendo en una colonia de leprosos, no quieren abandonarla", explicó.

Las primeras colonias de leprosos en Tailandia se remontan a la década de los 60 del pasado siglo, cuando la malnutrición y la falta de higiene eran un denominador común en el medio rural, del que proceden la casi totalidad de los enfermos.

El estigma social llegó a ser tan fuerte que durante esa época el jefe de la junta militar que por entonces gobernaba el país, general Sarit Tharanat, propuso esterilizar a los hombres y mujeres enfermos de lepra, idea que fue descartada tras su muerte, en 1963.

La falta de información sobre esta dolencia hizo que hasta hace pocos años, un amplio sector de la sociedad tailandesa creyera que contraer la lepra era cosa del mal "karma", una versión budista del castigo divino.

"Ahora hay más información y en el medio rural más medios para prevenir la enfermedad, que está causada por una bacteria y que en realidad es muy difícil que se contagie", explicó Maha-udomporn.

En Tailandia, unas 700 personas reciben medicación contra la lepra, un número menor que en India donde al menos 87.100 están siendo tratados, o que en Indonesia, país con 21.000 enfermos.

También de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la incidencia de la lepra en Asia, en China hay contabilizados 3.300 casos y 2.600 en Filipinas.

En Filipinas, una veintena de enfermos residen en la que fuera llamada "isla de los muertos vivientes" de Culión, que a principios del siglo XX albergó la mayor colonia de leprosos del mundo, una fortaleza impenetrable en la que vivían como presos para aislarles del resto de la población.

Aunque esta isla, en la provincia de Palawan, fue declarada libre de lepra en 1998, algunos de los pacientes más ancianos no fueron reclamados por sus familias y por caridad se les permitió quedarse en una pequeña habitación del antiguo sanitario, ahora reconvertido en moderno hospital.

En el siglo XVII, los colonizadores españoles crearon las primeras leproserías en el archipiélago filipino, mientras que los estadounidenses instalaron la colonia en Culión en 1907, casi dos décadas más tarde de adueñarse del país, para aislar a los 4.000 leprosos que vagaban por las ciudades y campos.

Esta dolencia crónica, de la que tuvieron constancia las antiguas civilizaciones de China, Egipto y la India, comienza con una mancha blanca en la piel causada una bacteria contra la que la mayoría de la población tiene una resistencia natural.

A partir de 1995, la OMS comenzó a desarrollar un programa mundial para suministrar medicamentos de forma gratuita a los leprosos, lo que ha contribuido a que la enfermedad deje de ser endémica en muchos países (menos de un caso cada 10.000 habitantes).

Sin embargo, todavía quedan focos endémicos importantes en Angola, Brasil, la República Centroafricana, Congo, India, Indonesia, Madagascar, Mozambique y Tanzania.

La OMS subraya que, aunque a nivel global se reduce el número de nuevos casos cada año, el problema no está resuelto y "su único vínculo claro sigue siendo la pobreza".

Fuente: El Nacional

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se unió: 08/11/2011 - 05:01

La falta de información sobre esta dolencia hizo que hasta hace pocos años, un amplio sector de la sociedad tailandesa creyera que contraer la lepra era cosa del mal "karma", una versión budista del castigo divino.

 

Bueno, para los budistas todo es cuestión del karma, desde que naces hasta que mueres, cómo naces y cómo mueres es una cuestión de karma, la gente que conoces, las cosas que te pasan, lo bueno que te ocurre - que ésto se tiende a olvidar- lo malo, todo viene por el karma de cada uno.

 

No lo veo en absoluto como una versión del castigo divino. Para empezar el karma no es un castigo. Nadie te juzga ni te sentencia, además se puede cambiar a voluntad, nunca mejor dicho.

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se unió: 16/01/2011 - 11:32

Entonces yo en mi nueva vida sere un Oso Panda o algo parecido.  laugh

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se unió: 29/08/2011 - 18:59

@Javi, todo lo que va vuelve, me temo que en tu próxima vida vas a ser una vasca, por despotricar tanto de ellas.

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se unió: 16/01/2011 - 11:32

@unbilletedeida, entonces los vascos me lo agradeceran y diran:  "por fin follan las vascas"