El único detenido queda libre tras declarar que cerró el trato con unos desconocidos cuando estaba "de copas" - El dueño de la firma pensaba que el contenedor traía artículos asiáticos de decoración.
Por TERESA DOMÍNGUEZ VALENCIA
Las cosas le iban mal en lo personal y en lo profesional, así que dejó su ciudad, se vino a Valencia y trató de buscar fortuna como importador de artículos asiáticos de decoración. A cambio, le colaron seis toneladas y media de marihuana. Ésa es al menos la explicación que ha dado a la juez el único detenido hasta el momento por la importación, pionera en España, de esa cantidad de marihuana por vía marítima, y que fue interceptada en el puerto de Valencia el pasado 10 de enero, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV.
La detención del empresario, de 28 años, se produjo el martes pasado, cuando acudió al puerto de Valencia para firmar la devolución del contenedor, después de que sus presuntos dueños no aparecieran para hacerse cargo de la mercancía.
En su declaración ante la juez de Instrucción número 9 de Valencia, el imputado explicó que, una vez instalado en Valencia, creó una empresa de importación y exportación tras pagar la correspondiente licencia, y se publicitó como intermediario para traer artesanía asiática. Poco después, y siempre según su versión, se pusieron en contacto con él "unos desconocidos" que buscaban una empresa como la suya: con licencia de importación para traer artículos asiáticos que, dijeron, distribuirían en Europa. El ahora detenido aceptó. El trato acabó de cerrarse "una noche de copas" en la que, según declaró, recibió "6.000 euros en metálico para pagar los portes y las tasas del contenedor".
Desaparecidos tras el hallazgo
El 10 de enero, agentes de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria descubrían que el contenedor, que había partido de Bangkok, no sólo no llevaba la carga legal que el importador declaraba, sino que, tras las primeras cajas, había muchas otras cargadas con seis toneladas y media de marihuana. Parte de la droga estaba prensada y parte, en cogollo aún.
El empresario pagó a la consignataria y esperó a que sus clientes dieran señales de vida. Pasaron los días y nadie contestó a sus llamadas. Los supuestos dueños de la mercancía habían puesto pies en polvorosa. Así las cosas, decidió devolver a Tailandia el contenedor, habida cuenta de que no podía hacerse cargo del pago de la mercancía ni de su posterior distribución. El martes acudió a las oficinas de Aduanas para firmar la devolución, y fue entonces cuando los agentes lo detuvieron.
Según su declaración, fue también en ese instante cuando se enteró de la existencia de la droga.
De momento, los investigadores no han encontrado ni rastro de los supuestos dueños de la marihuana, que iba a ser reenviada por carretera a los Países Bajos, por lo que la juez no ha podido refrendar la versión del detenido. Aún así, la instructora decidió dejar en libertad provisional al imputado, a petición del fiscal especial antidroga, ya que todo apunta a que el importador fue víctima de un engaño de un grupo de narcotraficantes.
Fuente: Levante EMV