En la arrocera Tailandia la especie “fragancia jazmín” está considerada como el champán de los arroces. Preparado correctamente, su sabor es exquisito, se aferra al tenedor y desprende un aroma de flores.
Como reclaman con el champán, únicamente hay una región determinada (en unas cinco provincias al noreste de Tailandia) donde pueden crecer los mejores granos de arroz de jazmín. Muchos de ellos acaban en barcos con destino a Estados Unidos, que importa más arroz de Tailandia que cualquier otro país.
Pero el Gobierno de Tailandia está preocupado ante una amenaza de EEUU sobre su exportación en exclusiva. Después de más de una década de investigaciones, científicos de la Universidad de Luisiana han desarrollado genéticamente una réplica del arroz jazmín que permite su crecimiento en el sur de Estados Unidos. Desde el pasado año, un trío de empresarios de Nueva Orleáns lo comercializan como “Arroz Jazzmen”. Cada pack lleva impreso una imagen de la leyenda del jazz Louis Armstrong tocando una trompeta.
Para los puristas de la agricultura tailandesa esto es como embotellar el vino de Detroit y denominarlo “Shampayne”. “Es inaceptable”, dice Withoon Liamchamroon, director de BioThai, una fundación que protege los derechos de los granjeros y agricultores tailandeses. “Es un engaño absoluto al consumidor”.
Una petición contra la denominada 'biopiratería' está siendo difundida por el grupo: "Desde que nuestros ancestros empezaron a cultivar el arroz jazmín la denominación ha pertenecido a los granjeros tailandeses… el mal uso de su nombre es un robo descarado”.
“Sabíamos que había algunos sentimientos encontrados”, afirma George Chin, cofundador del Arroz Jazzmen. Pero nosotros no estamos yendo directamente contra el arroz jazmín tailandés”.
¿Pueden los granjeros de Luisiana cultivar el arroz tan bien como los tailandeses del noreste, que lo han cultivado durante generaciones? “Su calidad es muy similar”, defiende Chin.
El temor a que el negocio de Nueva Orleáns pudiera desembocar en una absorción de la industria arrocera tailandesa llevó a los ministerios de Agricultura y Comercio a patrocinar un estudio genético sobre el arroz Jazzmen. Su conclusión: es actualmente un cruce entre las variedades de China y la de Estados Unidos con propiedades aromáticas.
“Eso es rigurosamente cierto”, asegura Chin. “No es arroz jazmín. Es un arroz aromático de primera calidad que crece justo aquí en Estados Unidos”.
Los análisis del Gobierno tailandés concluyeron que la calidad del Jazzmen es inferior. “No lo he probado todavía”, admite Withoon. “Pero la información que he recibido indica que no es tan aromático”.
11, 5 kilos (25 libras) de arroz Jazzmen cuestan unos 15 euros. Costco, una gran cadena comercial estadounidense, vende el arroz jazmín de Tailandia aproximadamente por el mismo precio. Cerca de 500 tiendas de Estados Unidos, la mayoría mercados de comida asiática ofrecen el arroz. Ellos planean aumentar la producción de los 2.700 kilos a más de 4.500 kilos este año.
“Tenemos gente que come nuestro arroz que nunca ha oído hablar del arroz jazmín antes y que realmente lo adoran”, dice Chin. “En todo caso, estamos abiertos al mercado del arroz jazmín”.
La gran preocupación de los agricultores, dice, es que los estadounidenses dejen de comprar el auténtico arroz jazmín tailandés, acabando con su modo de vida y dejándoles en la miseria.
La Universidad de Luisiana proporciona las semillas del arroz Jazzmen sin coste y sus científicos tienen sobre sus espaldas la presión de apoyar a la agricultura estadounidense. Chin y su colega Andrew Wong apuntan otros beneficios del negocio: trabajo para los agricultores de Luisiana y menos combustible gastado en barcos para traer por mar el arroz de Tailandia hasta Estados Unidos.
“Estamos creando nuevos clientes para un arroz de calidad”, afirma Wong. “Utilizo el ejemplo de Starbucks en Asia. Antes, el café aquí era un artículo de bajo consumo. Ahora puedes encontrar diferentes establecimientos de café en toda China, en toda Asia, porque Starbucks introdujo el café de calidad en el mercado”.
El gusto de los Estados Unidos por el arroz de Tailandia se materializa en el gasto de 364,7 millones de dólares (265,7 millones de euros) en arroz cada año, la mayoría de la variedad jazmín, según los datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Las ventas de arroz jazmín de Tailandia al país norteamericano continúan creciendo y se han triplicado desde 1999.
El segundo mayor exportador hacia Estados Unidos, la India, va muy por detrás, con sólo 112 millones de dólares (81,6 millones de euros) en arroz al año. Vietnam, al sudeste de Asia, es otro de los principales exportadores de arroz, aunque sus cifras son tan solo de 19,8 millones de dólares (14,4 millones de euros) en arroz al año.
La ventaja de Tailandia es su terreno privilegiado, explica Chris Deren, director del Centro de Investigación y Desarrollo del Arroz de la Universidad de Arkansas.
“Como el buen vino, la tierra y la variedad hacen el producto. Puedo plantar una uva Pinot Noir en cualquier parte, pero el buen vino de esa uva únicamente sale de ubicaciones muy seleccionadas”, afirma Deren. “El nordeste de Tailandia es similar al terreno de los mejores viñedos: bajo rendimiento, seco y difícil de cultivar”.
Deren, buen conocedor del arroz, recuerda la modalidad del jazmín como “el mejor del mundo”. “Sin embargo, algunos círculos de activistas tailandeses lo ven como un producto ‘biopirata’”.
Hace 10 años, Deren dirigió un proyecto patrocinado por el Departamento de Agricultura de EEUU que consiguió crear una cepa del arroz jazmín (no un variedad china como el Jazzmen) que podía crecer en el sur de Estados Unidos.
Cosas así generan el pánico en BioThai, el hecho de que Deren o cualquier otro productor de arroz patente la cepa y destierren el mercado de arroz jazmín que tanto trabajo ha costado crear en Estados Unidos. Pero esto todavía no ha sucedido.
Fuente: GlobalPost