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- Secuestrada y forzada a convertirse al Islam
- Rebecca, la última víctima cristiana en Pakistán
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La joven, de 22 años, fue secuestrada por islamistas radicales y después forzada a convertirse, casada y rebautizada. No es el único caso.
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Diez de octubre. La enfermera cristiana Rebecca Masih, de 22 años, camina hacia su trabajo en el hospital de caridad de Sukkur, Pakistán, cuando varios individuos armados la secuestran.
Poco después es obligada a convertirse al Islam y se celebra su ceremonia matrimonial con Manzar Dahar, discípulo del poderoso miembro del parlamento pakistaní, Mian Mithoo.
La familia, alarmada por la ausencia de Rebecca, no tardó en conocer el destino de su hija: varios seguidores de Mithoo -su hijo y principal secuestrador Mian Aslam entre ellos- advirtieron a la familia de que, si no mantenía silencio, sería atacada. Tenían motivos para creer las amenazas, Mian Mithoo es famoso por su costumbre de secuestrar a cristianas jóvenes para casarlas, tras su conversión forzosa al Islam, con discípulos o súbditos suyos.
Otra de sus víctimas fue Rinkel Kumari, secuestrada y casada con un seguidor de Mithoo. El representante de la justicia Iftikhar Chowdhry no movió un dedo para rescatarla consciente de su escaso poder ante la violencia islámica de Pakistán.
Aunque los padres de Rebecca han organizado manifestaciones de protesta para que se trate de recuperar a su hija -a quien los islamistas han rebautizado Kalsoom- la policía del lugar ha archivado el caso y solo algunos medios de comunicación como Pakistan Christian Post se han hecho eco del secuestro, en espera de que la comunidad internacional interceda por la libertad de su hija.