Tailandia registró el año pasado 635 denuncias por violación o abuso sexual contra féminas de entre tres días de vida y 60 años, mientras que 56 jóvenes desaparecieron tras chatear en Internet con extraños, informó hoy la prensa local.
Estos datos, los peores en los últimos 11 años, se desprenden del informe anual de la Fundación Paveena Hongsakul, que advirtió de que la mayoría de los violadores y abusadores eran personas del entorno familiar o social de las víctimas.
La fundación, que ayuda a víctimas de maltrato y abuso sexual desde 1988, precisó que durante el año pasado se descubrieron 172 casos de prostitución forzada, un número bastante menor del número de casos que quedan sin denunciar.
El número de desaparecidos ascendieron a 269, también el peor dato en los últimos 11 años, con víctimas con edades desde los 14 meses hasta los 68 años.
Las autoridades tailandesas están preocupadas por el aumento de las desapariciones de jóvenes, de entre 13 y 29 años, embaucadas por extraños a través de Internet.
La Policía ha propuesto implantar un toque de queda a partir de las diez de la noche para los menores de 18 años, pero algunos grupos aseguran que la medida sólo servirá para criminalizar a jóvenes.
En su informe, la fundación Paveena Hongsakul critica la impunidad de muchos casos de abusos sexuales ante la falta de acción por parte de las autoridades.
Describe el caso de dos madres de la provincia de Sa Kaew (este) que denunciaron el pasado noviembre a un profesor de violar a sus hijas durante siete años, desde que estaban en la guardería, y las autoridades sólo trasladaron al docente acusado a otro centro.
Fuente: Agencia EFE
Me da la impresión de que lo que ha aumentado son las denuncias, no los casos en sí. Como sucedió en España con la violencia de género. Parecía un fenómeno nuevo porque empezaron a presentarse denuncias, no porque un buen día las mujeres empezaron a ser maltratadas.
Respecto al toque de queda para menores de 18 años, según me comentaban ayer, no es para protegerlos de peligros indeterminados, sino protegernos a nosotros de los jóvenes menores de 18 años que se emborrachan y van haciendo el burro con coches que acaban causando accidentes mortales.