Milicianos separatistas matan a una familia budista en Tailandia

Supuestos milicianos separatistas han matado a una familia budista, formada por cuatro personas, en el sur de Tailandia, en lo que ha supuesto el último ataque de la escalada de violencia que vive la región, según han informado fuentes policiales.

El asesinato se ha producido después una sangrienta incursión de milicianos en un campamento del Ejército y de la explosión de una potente bomba de carretera, todo en los últimos doce días y supuestamente obra de rebeldes musulmanes malayos que reclaman independizarse de Tailandia, mayoritariamente budista.

Los cuerpos del matrimonio budista, su hija, de quince años de edad, y su hijo, de siete, han sido encontrados en un bosque en Yala, una de las tres provincias de mayoría musulmana en la frontera con Malasia, en las que la violencia ha acabado con la vida de más de 4.300 personas desde 2004.

La Policía ha explicado que la familia estaba desaparecida desde el domingo y que todos sus miembros han sido ejecutados. La familia era propietaria de una pequeña plantación de caucho en el distrito de Rueso, un feudo de milicianos islamistas en el que los budistas conforman una pequeña minoría.

"Probablemente, fueron asesinados por insurgentes musulmanes para aumentar el miedo entre las familias budistas que viven en la zona", ha asegurado a Reuters el general de División de la Policía Phoompetch Pipatpetchpoom.

Los expertos creen que el asesinato, del que no se ha responsabilizado ningún grupo, forma parte de una campaña etno-nacioalista emprendida por los musulmanes malayos que han visto cómo su identidad, lenguaje y cultura no es respetada ni comprendida por el Gobierno tailandés.

El Ejecutivo ha desplegado en esta zona rica en caucho más de 40.000 militares para intentar detener a los rebeldes, aunque, por el momento, han logrado pocos avances y su presencia es ampliamente rechazada por la población.

Las tres provincias integraban antes un sultanato llamado Patani, que se unió en 1909 a Tailandia como parte del tratado firmado con Reino Unido. El repentino repunte de la violencia ha llegado después de que el Gobierno proclamara el éxito de las operaciones de seguridad y de las campañas de relaciones públicas para reducir el número de ataques en ese área. 

Fuente: Reuters