Desde hace tiempo que no visito ni compro nada en los que los precios discriminen a locales y no locales.
En Nicaragua llegué hasta las taquillas del parque nacional en el que está el volcán Masaya cerca de la ciudad de Masaya; justo delante de mi entraron tres nicaragüenses pagando su entrada religiosamente, me fijé en lo que pagaban y saqué la misma cantidad poniéndolo en la ventanilla y pidiendo una entrada, me pidió un precio multiplicado por diez; algo equivalente creo a unas mil pesetas cuando los nicas habían pagado la décima parte, además un papel en el cristal de la ventanilla lo indicaba; con dolor de corazón por no ver el volcán me di media vuelta y me fui.
Mientras pueda no contribuiré a fomentar estos abusos, y por supuesto no me tomaré ni un helado de esta cadena; ya sé que mi falta de contribución no la notarán pero si lo hiciéramos muchas personas en todos lugares con esa política, acabarían notándolo.
Desde hace tiempo que no visito ni compro nada en los que los precios discriminen a locales y no locales.
En Nicaragua llegué hasta las taquillas del parque nacional en el que está el volcán Masaya cerca de la ciudad de Masaya; justo delante de mi entraron tres nicaragüenses pagando su entrada religiosamente, me fijé en lo que pagaban y saqué la misma cantidad poniéndolo en la ventanilla y pidiendo una entrada, me pidió un precio multiplicado por diez; algo equivalente creo a unas mil pesetas cuando los nicas habían pagado la décima parte, además un papel en el cristal de la ventanilla lo indicaba; con dolor de corazón por no ver el volcán me di media vuelta y me fui.
Mientras pueda no contribuiré a fomentar estos abusos, y por supuesto no me tomaré ni un helado de esta cadena; ya sé que mi falta de contribución no la notarán pero si lo hiciéramos muchas personas en todos lugares con esa política, acabarían notándolo.