Que esta pasando en Tailandia

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se unió: 22/09/2014 - 11:42
Que esta pasando en Tailandia
¿Que está pasando en Tailandia?
 
Que está pasando en Tailandia que ya no hay nadie en el servicio que te masagee la espalda mientras hechas una meadita.
 
Que está pasando en Tailandia que las amigas que haces en discotecas infames del soi 11, ante tu solicitud de tarifa, te sueltan un "up to you'', y ante tu perplejidad te repiten "up to you darling''
 
Que está pasando en Tailandia que el taxista que se defiende en ingles, en lugar del típico ''Boom boom Thailand very good" te dice "Army Thailand no good kap"
 
Que está pasando en Tailandia que el que te vende la sopa de fideos al doble de precio ya ni sí quiera te sonrie.
 
Que está pasando en Tailandia que los iconos de foros sobre Tailandia, Herr Peter, Stickman y otros desean abandonar su residencia en el Reino de Siam.
 
Que está pasando en Tailandia que la amiga supuestamente diferente te cuenta al segundo día de conocerla que ha tenido un novio en Liechtenstein y ha trabajado en Pattaya.
 
Esta vez mi viaje ha sido algo diferente. He estado más tiempo de lo habitual y he intentado vivir como si me fuera a instalar de forma permanente. He alquilado un apartamento y he evitado en lo posible estar cerca de los lugares para turistas.
 
Como siempre que visitó el país he aprendido cosas nuevas sobre el y sus gentes. Pero esta vez las cosas que he aprendido no me han gustado tanto. No se muy bien si es por el cambio en la forma en que lo he visitado o porque realmente Tailandia esta cambiando. Seguramente sean ambas cosas. En este último viaje he tenido un contacto más cercano con los diferentes habitantes de Bangkok y sus diferentes clases sociales. Desde la familia de origen chino, adinerada y pudiente, que te deja bien claro desde el principio que ellos no son thais normales, que son de piel blanca y de un estatus superior, hasta la madre soltera de familia numerosa de un remoto pueblo de Isaan, cerca de la frontera con Laos, que malvive trabajando en una tienda de masajes de Patpong y enviando sus propinas a su familia porque la explotación familiar de látex ya no es rentable. También he conocido gentes de los diferentes grados de la clase media. Todas ellas con sus diferentes historias y sueños, pero con un denominador común; el dinero.
 
Siempre he tenido claro que el dinero ayuda a obtener la felicidad pero en estas tierras es condición sine qua non y no tienen ningún pudor en reconocerlo o en mostrar cuan ricos son. Aquí la indústria de los yates de lujo no tiene mucho futuro. En cambio, no es raro ver un Lamborgini a las puertas de un centro comercial o una discoteca de moda. El yate de lujo solo luce en el puerto y nadie va a ir al puerto a ver tu yate. Pero que te vean montarte en un Lamborgini a las puertas de la disco de moda mola un montón.
 
Puede que el Lamborgini solo sea asequible para la familia de origen chino, pero aquí todo el mundo va a lucir en concordancia a su estatus. La empleada de una multinacional de clase media te llevará a la boda de su sobrina para presumir de novio farang adinerado y la masajista de Patpong te llevará a comer comida de Isaan con sus amigas para demostrarles que su sueño de tener una vida acomodada en la decadente Europa esta cerca de hacerse realidad.
 
De todas las experiencias quizás me quede con las cenas a altas horas de la madrugada con las gentes de Isaan. A pesar de su pobreza y desesperación, siempre muestran su sonrisa y alegría, y si eres capaz de comer ranas y otras delicias de su tierra te recompensarán diciéndote que eres un farang diferente, el farang que come gob!
 
Pero hablando de desesperación, quizás esta vez también sea un sentimiento común a todas las clases sociales, tanto las ricas como las pobres. Me he quedado con la sensación de que a pesar de que el golpe de estado fue aplaudido por algunos, ya nadie da crédito a los militares en el poder y todos desean, aunque sea tímidamente, un cambio politico. Está claro que la crisis económica que sufre el país está haciendo mella en todos los sectores de la población y en todos los sectores económicos del país, no solo el turismo.
 
Hace unas semanas, saltó a los titulares de la prensa local en inglés la noticia de que el 90% de la flota pesquera no podrá salir a faenar puesto que, de buenas a primeras, los pesqueros deberán disponer de cuaderno de bitácora y no podrán contratar trabajadores ilegales. Parece algo de sentido común, aunque en Siam muchas veces, no sea el más común de los sentidos.
El problema es que "Mr. The President", como algunos se refieren al General Prayut, ha tenido que ceder a las presiones de la Unión Europea respecto al sector pesquero, pero se ha hecho sin previsión y sin conceder un periodo de adaptación. Me suena a lo mismo que prohibir el alcohol en Songkran o cerrar los locales de ocio a las 12 de la noche, pero esta vez afecta a un sector importantísimo en la economía Tailandesa.
 
El sector que no sufre la crisis es el inmobiliario. Todo el mundo quiere invertir en el. Como en España hace unos años. "Same same but different". No me he cansado de recordarles lo que pasó en España con la burbuja inmobiliaria, pero nadie me cree. Incluso me miran con una cara como pensando que estoy loco, que cómo puedo asegurar que la inversión inmobiliaria no es una buena inversión. Mucho me temo que la clase media que dejó de comer en los puestos callejeros para atiborrarse y engordar en cadenas de comida coreana y japonesa, tendrá que volver a comer gob y arroz glutinoso y que algunas familias de tez blanca verán cómo su piel se tuesta bajo los implacables rayos de sol, trabajando en un campo de arroz.
 
Pero también he tenido momentos de diversión, y esta gente sabe hacerlo. Y si hay cerveza y un farang que pague la fiesta mucho mejor. De todas formas, no todas las fiestas las ha pagado el farang que come gob, en algunas he sido yo el invitado, y eso me alaga. Me han llamado la atención los locales que imitan a fábricas de cerveza, de entre ellas, la "German Brewery" de Rama 3 es la que ofrece mejor espectáculo. Se trata de locales en donde se ofrece comida, bebida y actuaciones en directo. Al final de las sesiones en directo, que pueden incluir circo, magia y música, hay disco hasta las 2 de la madrugada y puedes bailar alrededor de tu mesa. Estuve en tres diferentes y la verdad es que me pareció muy divertido y además los turistas no se acercan por esos lugares. Por lo tanto, experiencia Thai absoluta. También me estrené en Levels, todo el mundo habla de Levels pero yo me resistía. Me llevó una nativa impresionante a la que no pude negar su invitación. iVaya fiasco! Es lo mismo que la discoteca del sótano en el mismo soi, pero en el ático y las chicas, que bailan y buscan a su farang allí, creen tener un 'nivel' superior, aunque yo no me atrevería a certificar ese extremo. En fin, al menos mi amiga si tenia el nivel suficiente para deambular por el ático, aunque cuando cerraron Levels me llevo al mismísimo infierno, un antro en un soi de Phetchaburi. Ese día volví a ver el amanecer de Bangkok.
 
De todas formas, como ya he adelantado, lo mejor fueron las cenas con mis amigas de Isaan. Cuando acababan de trabajar en la tienda de masajes de Patpong, quedábamos para cenar en Taksin, cerca de la parada de BTS de Wong Wai Yai o en Klong San. En ese barrio tenían su habitación y por fin entendí porque le llaman "habitación" a su casa. La llaman así porque literalmente es una habitación, algunas sin siquiera muebles ni cama. Una manta hace las veces de colchón y una maleta de armario.
 
Entre risas, bromas y sus alegres historias, me enseñaron como aderezar ostras crudas, con una pizca de nam prik pao, una pasta de chile, chalote finamente cortado y frito,  nam chim thale, una salsa verde que suele acompañar al pescado y krachet, una planta acuática con un sabor especial. También me dieron a probar Pla Neung Manao, un delicioso pescado hervido en una sopa de lima y chile y también Pla Nin, un pescado de río, a la parrilla, rebozado en sal, que se come envolviéndolo en hojas de lechuga o col, con arroz o fideos y por supuesto mojándolo en nam chim thale.
 
No se lo que esta pasando en Tailandia. Lo que no ha cambiado es mi deseo de volver por esas tierras. Quizás de forma diferente, quizás para quedarme, quizás por última vez. Pero volveré.
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se unió: 14/05/2014 - 18:57

Fantástico!

Casi me has hecho saltar algún lagrimón de nostalgia.....smiley

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se unió: 21/03/2010 - 03:22

Porque dejé de divertirme como antaño y por salud he dejado de ir

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se unió: 22/09/2014 - 11:42

Casi me has hecho saltar algún lagrimón de nostalgia.....smiley

 

Que te causa mas nostalgia, lo de los masages en la espalda o el "boom boom thailand very good"

5555

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se unió: 14/05/2014 - 18:57

En realidad, por mi inocencia perdida cuando era un fanboy y la simple existencia de Tailandia en el mapa hacía que la vida tuviese más sentido.

Había un mañana, siempre posible, en el que podría volver a Xanadú y, así, obtener la felicidad plena y eterna en el Reino de Kublai Khan, entre apsaras y ambrosía, masajes, camarones, heiseximan, arrozales, templos con rapados de azafrán y otras cosas por el estilo...

Todo tenía más sentido.

Pero ahora la cosa ha cambiado.

En el fondo, que mi manera de ver Tailandia haya variado tanto se debe a tres cosas:

1-El euro se ha ido a tomalpolculo

2-Los precios han subido un huevo

3-Estoy sin un chavo

Así, es imposible seguir siendo un romántico....