Es un lugar muy frecuentado por los turistas, pero ahora han sido los funcionarios tailandeses que han hecho una visista para comprobar que no se hace tráfico de animales y éstos se encuentran en buen estado.
Lo cierto es que, al margen de notificar el notable aumento de población felina, los funcionarios se llevaron unos cuantos animales protegidos que no debían estar allí (como le pasó a Frank), y no han señalado nada anormal. Tampoco dicen si les han hecho pruebas de drogas. Pero con el dinero que eso mueve, a ver quién se queja.
Hombre, la verdad, es cierto... Te dan de comer, techo, biberón, te drogan y las turistas se pasan el dia acariciándote....
Joer, ni al más afortunado de los leonarditos...