Bueno, pues otra enseñanza: Que lo de abrir un bar de vinos y tapas en el Reino no tiene buenas perspectivas...
Aunque con lo que les gusta la casquería y toda suerte de guarradas, seguro que unos callos picantitos sí se los atizaban... Detrás unas Singhas, para matar la sed...
No!
Basta!
Basta de pensar como un fanboy!
A Dios pongo por testigo: nunca montaré algo en Tailandia!
Por cierto, recuerdo que en Lopburi me alojé en un hotel mugriento que estaba justo en una esquina del templo ese de los monitos. La madre que los parió!!. Estuvieron toda la puñetera noche peleándose, dándose porrazos contra las rejas de mi ventana y asustándome. Dormí menos que en Khao San por el ruido de los dichosos bichejos!
Esta claro que cuando demuestran desinteres por la cultura culinaria extranjera es un sintoma de ruralidad, x llamarlo asi.
Con todo este tema de magaluf y demas desfases le comentaba hoy a un amigo lo cerrados y tb rurales en este aspecto que son los ingleses. ¿Os imaginais iros de fiesta a inglaterra (suponiendo que hubiera islas paradisiacas) para encontraros con una manada de chavales borrachos recien llegados de la cubierta de leganes? Es de locos.
Les importa una mierda mallorca, su cultura y su comida. Los juntas, les pones una bandera inglesa y tan contentos.
Pero si queremos ver el lado positivo, gracias a esta gentuza que lleva 500 años buscando la manera de vivir y emborracharse por menos dinero, se han abierto rutas turísticas por toda Asia y parte del extranjero...
Siempre es bueno que la carne de cañón abra trochas y veredas primero. Y nosotros nos beneficiamos cuando el camino ya está abierto.
El pescado en su punto como se hace en el País Vasco, quizás sea donde mejor se prepara del mundo, pero es muy probable que no sea lo más acertado en Tailandia, donde tienen mogollón de endemias, ni te cuento los peces de río. Por ese motivo lo abrasan todo. Lo malo es que también se lo hacen a casi todos los productos de mar. A mi me ponían de los nervios cuando le pasaban el soplete a una langosta y la dejaban como un churrusco, luego le añadían unos chiles y unos anacardos que le cambiaban el sabor y asunto arreglado, no sabes si te estás comiendo una langosta o una berenjena.
Concho, jesús, me has recordado un chiringuito en Patong, que quedaba en el camino entre mi hotel y la playa. Cada dia, después de volver de la típica excursión (lleins bon ailan, pipi ailan, coral snokelin, etc), me largaba con un bañador, una camiseta mugrienta, una bolsita con unos pocos bahts y unas sandalias hasta Patong. Me metía en el mar, y durante las aproximadamente 3!!!!! horas que me quedaba flotando hasta ver la magnífica puesta de sol entre los dos montículos que cierran la bahía. Mientras flotaba, veía cómo los tailandeses se acercaban al mar y se bañaban vestidos hasta el cuello. Esto fue un año después del tsunami que arrqasó aquella costa.
Era increible ver a los niños jugando al tsunami cuando venía alguna ola un poco mayor: "Oh, noooo, tsunami!!!!!!!!", gritaban, y se zambullían como delfines por debajo de la ola... Aquello casi me arancaba lagrimones. Me estremeció pensar que, tras una tragedia tan brutal, en la que probablemente casi toda la población perdió a algún familiar , los niños consiguiesen dejar aquello atrás hasta convertirlo en un simple juego...
Bueno, tras esta ida de olla, y volviendo al tema culinario, salía de la playa con un relax de esos que ni la química más moderna consigue, y me venía caminando caminito del hotel. Y paraba en este chiringuito, en medio de la calle, que tenía el marisco y el pescado a la vista, y me zurraba unos homenajes de camarones gigantes fritos con copos de ajo que estaban de morirse de buenos, por unos precios irrisorios. menos mal que dormía solo, porque la sobredosis de ajo era absolutamente incompatible con cualquier convivencia de tipo marital... Pero coño! Esos camaronazos bien regados con una Singha de 750 ml... JODER, QUÉ BIEN ME SENTABAN!
Creo que simplemente gracias a esos recuerdos me he ahorrado una pasta en psiquiatras que ni os cuento...
Hombre, Sapein, esto que estás contando... Es para escribirlo!!!
En el foro también, pero si fueras un guiri y escribieses estas cosas tan curiosas y divertidas, te forrabas editándolo para esas librerías que suelen haber en los aeropuertos de Asia. Te lo iban a colocar junto a los diccionarios english/thai y a los libros de autoayuda para entender las diferencias culturales entre thais y westerners...
Hombre, la verdad es que irse a vivir un mes a una aldea de Surin debe ser todo un trauma si eres medianamente maniático de la pulcritud y poco tolerante con actitudes pueblerinas. La misma puerta del infierno.
A un sitio así hay que ir con pocas manías y con la mente muy receptiva, porque si no, te pasa lo que te ha pasado a ti: que sales con ganas de bombardearlo. Desde luego ir pensando que te van a poner de cenar las tortillas de tu madre no es buena idea.
Yo en Surin he estado un par de veces. La primera por mi cuenta, sin conocer a nadie, y la segunda porque fui a una boda farang-tai de esas de libro. Con sin sod, y toda la parafernalia. Y la verdad es que las dos veces lo pasé de puta madre, a pesar de los pesares.
a mí también me dijeron, como a Sapein, que era el primer farang "handsome" que conocían, que por esas tierras todos los que habían aparecido eran viejunos.
Desde hace tiempo, cuando mi mujer va para el pueblo, yo siempre me busco alguna excusa para quedarme en Bangkok. Allí me aburro bastante, aparte no me gustan mucho los pueblos, prefiero el anonimato de la ciudad.
Lo malo de ir al pueblo de la nong es que te abuirres como una ostra al segundo día. Allí no puedes hacer otra cosa que interesarte por la comida, los templos de alrededor, y visitar a familiares.
Es muy distinto si viajas sólo, porque aunque te metas en la aldea más remota y putrefacta, siempre aparece algun karaoke para alegrarte el día, y como vas solo no hay problemas.
En un karaoke de Nong Khai me lo pasé bomba. Más que karaoke era un garaje con un aparato de música, una tele, una barra y unas nongs. Era el único cliente. Recuerdo que acabé en un hotel por horas, que hasta en los sitios más pequeños existen. Rebuscanbdo en mis blogs, seguro que aparece la historia.
Lo bueno de los pueblos perdidos y las aldeas remotas, es que siempre hay algún karaoke. No es bangkok ni pattaya ni phuket, pero normalmente eres el único farang y enseguida eres el puto amo ( o el único pringao). Pero lo cierto es que acaparas todas las atenciones y no hace falta más.
No he visto lugar más deprimente que un karaoke,.pero buena..cada uno...
Aquí hay un calle con ocho karaokes seguidos,.es un Waking street del karaoke
Para forasteros y a gente que le da igual que le vean, siempre vacíos.
Los locales suelen ir a masajes y los buenos hoteles de la zona, algunos.tipo pecera pero sin cristalera. Muy caros, de 1700 a 2500, dependiendo de la chica.
Para estar en nong khai, preferible ir a Udon thani (35 minutos) hay una calle para farangs, un cuadrado tipo bajo Tiger. (más los.hoteles)..
En estos hoteles, o.tipo. EMMANUELLE, si que creo que controlan los análisis de las chicas.
O ir Khonkaen, 1,30 minutos...
Cada vez hay más faragnes en Khonkaen, británicos...
Los karaokes y salas donde hay cantantes buscando compañía son la mar de divertidos. Es aconsejable ir con un thai, aunque sea sólo el primer día, luego ya te conocen y eres de la casa.
Bueno, pues otra enseñanza: Que lo de abrir un bar de vinos y tapas en el Reino no tiene buenas perspectivas...
Aunque con lo que les gusta la casquería y toda suerte de guarradas, seguro que unos callos picantitos sí se los atizaban... Detrás unas Singhas, para matar la sed...
No!
Basta!
Basta de pensar como un fanboy!
A Dios pongo por testigo: nunca montaré algo en Tailandia!
Por cierto, recuerdo que en Lopburi me alojé en un hotel mugriento que estaba justo en una esquina del templo ese de los monitos. La madre que los parió!!. Estuvieron toda la puñetera noche peleándose, dándose porrazos contra las rejas de mi ventana y asustándome. Dormí menos que en Khao San por el ruido de los dichosos bichejos!
Esta claro que cuando demuestran desinteres por la cultura culinaria extranjera es un sintoma de ruralidad, x llamarlo asi.
Con todo este tema de magaluf y demas desfases le comentaba hoy a un amigo lo cerrados y tb rurales en este aspecto que son los ingleses. ¿Os imaginais iros de fiesta a inglaterra (suponiendo que hubiera islas paradisiacas) para encontraros con una manada de chavales borrachos recien llegados de la cubierta de leganes? Es de locos.
Les importa una mierda mallorca, su cultura y su comida. Los juntas, les pones una bandera inglesa y tan contentos.
Y los touroperadores ingleses encantados.
Y los hosteleros de Magaluf también.
Pero si queremos ver el lado positivo, gracias a esta gentuza que lleva 500 años buscando la manera de vivir y emborracharse por menos dinero, se han abierto rutas turísticas por toda Asia y parte del extranjero...
Siempre es bueno que la carne de cañón abra trochas y veredas primero. Y nosotros nos beneficiamos cuando el camino ya está abierto.
El pescado en su punto como se hace en el País Vasco, quizás sea donde mejor se prepara del mundo, pero es muy probable que no sea lo más acertado en Tailandia, donde tienen mogollón de endemias, ni te cuento los peces de río. Por ese motivo lo abrasan todo. Lo malo es que también se lo hacen a casi todos los productos de mar. A mi me ponían de los nervios cuando le pasaban el soplete a una langosta y la dejaban como un churrusco, luego le añadían unos chiles y unos anacardos que le cambiaban el sabor y asunto arreglado, no sabes si te estás comiendo una langosta o una berenjena.
Concho, jesús, me has recordado un chiringuito en Patong, que quedaba en el camino entre mi hotel y la playa. Cada dia, después de volver de la típica excursión (lleins bon ailan, pipi ailan, coral snokelin, etc), me largaba con un bañador, una camiseta mugrienta, una bolsita con unos pocos bahts y unas sandalias hasta Patong. Me metía en el mar, y durante las aproximadamente 3!!!!! horas que me quedaba flotando hasta ver la magnífica puesta de sol entre los dos montículos que cierran la bahía. Mientras flotaba, veía cómo los tailandeses se acercaban al mar y se bañaban vestidos hasta el cuello. Esto fue un año después del tsunami que arrqasó aquella costa.
Era increible ver a los niños jugando al tsunami cuando venía alguna ola un poco mayor: "Oh, noooo, tsunami!!!!!!!!", gritaban, y se zambullían como delfines por debajo de la ola... Aquello casi me arancaba lagrimones. Me estremeció pensar que, tras una tragedia tan brutal, en la que probablemente casi toda la población perdió a algún familiar , los niños consiguiesen dejar aquello atrás hasta convertirlo en un simple juego...
Bueno, tras esta ida de olla, y volviendo al tema culinario, salía de la playa con un relax de esos que ni la química más moderna consigue, y me venía caminando caminito del hotel. Y paraba en este chiringuito, en medio de la calle, que tenía el marisco y el pescado a la vista, y me zurraba unos homenajes de camarones gigantes fritos con copos de ajo que estaban de morirse de buenos, por unos precios irrisorios. menos mal que dormía solo, porque la sobredosis de ajo era absolutamente incompatible con cualquier convivencia de tipo marital... Pero coño! Esos camaronazos bien regados con una Singha de 750 ml... JODER, QUÉ BIEN ME SENTABAN!
Creo que simplemente gracias a esos recuerdos me he ahorrado una pasta en psiquiatras que ni os cuento...
Hombre, Sapein, esto que estás contando... Es para escribirlo!!!
En el foro también, pero si fueras un guiri y escribieses estas cosas tan curiosas y divertidas, te forrabas editándolo para esas librerías que suelen haber en los aeropuertos de Asia. Te lo iban a colocar junto a los diccionarios english/thai y a los libros de autoayuda para entender las diferencias culturales entre thais y westerners...
No me extraña que ahora sea tu ex.
Hombre, la verdad es que irse a vivir un mes a una aldea de Surin debe ser todo un trauma si eres medianamente maniático de la pulcritud y poco tolerante con actitudes pueblerinas. La misma puerta del infierno.
A un sitio así hay que ir con pocas manías y con la mente muy receptiva, porque si no, te pasa lo que te ha pasado a ti: que sales con ganas de bombardearlo. Desde luego ir pensando que te van a poner de cenar las tortillas de tu madre no es buena idea.
Yo en Surin he estado un par de veces. La primera por mi cuenta, sin conocer a nadie, y la segunda porque fui a una boda farang-tai de esas de libro. Con sin sod, y toda la parafernalia. Y la verdad es que las dos veces lo pasé de puta madre, a pesar de los pesares.
a mí también me dijeron, como a Sapein, que era el primer farang "handsome" que conocían, que por esas tierras todos los que habían aparecido eran viejunos.
Desde hace tiempo, cuando mi mujer va para el pueblo, yo siempre me busco alguna excusa para quedarme en Bangkok. Allí me aburro bastante, aparte no me gustan mucho los pueblos, prefiero el anonimato de la ciudad.
Lo malo de ir al pueblo de la nong es que te abuirres como una ostra al segundo día. Allí no puedes hacer otra cosa que interesarte por la comida, los templos de alrededor, y visitar a familiares.
Es muy distinto si viajas sólo, porque aunque te metas en la aldea más remota y putrefacta, siempre aparece algun karaoke para alegrarte el día, y como vas solo no hay problemas.
Hoatia Akaisango, que pasa? te aburres tanto que no encuentras otra cosa para alegrarte el día que burlarte de un error tipográfico?.
Y sí, a mi los karaokes de aldeas perdidas me alegran el día cuando tengo el soi lejos. Algún problema con eso?
En un karaoke de Nong Khai me lo pasé bomba. Más que karaoke era un garaje con un aparato de música, una tele, una barra y unas nongs. Era el único cliente. Recuerdo que acabé en un hotel por horas, que hasta en los sitios más pequeños existen. Rebuscanbdo en mis blogs, seguro que aparece la historia.
Mojaros un poquito y recomendar algún karaoke en Bangkok.
A que sí Peter?
Lo bueno de los pueblos perdidos y las aldeas remotas, es que siempre hay algún karaoke. No es bangkok ni pattaya ni phuket, pero normalmente eres el único farang y enseguida eres el puto amo ( o el único pringao). Pero lo cierto es que acaparas todas las atenciones y no hace falta más.
Los karaokes y salas donde hay cantantes buscando compañía son la mar de divertidos. Es aconsejable ir con un thai, aunque sea sólo el primer día, luego ya te conocen y eres de la casa.
Sí, yo la he leido, pero no sé situarla.
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