En 1.990 hicimos el trayecto de Penang (Malasia) a Bangkok. En esos mismos trenes que ahora tienen esa mala pinta. Entonces estaban prácticamente nuevos y era una gozada viajar en ellos, siempre y cuando no tuvieras prisa, porque eso sí, lentos eran igual antes que ahora. Es una pena que no hayan invertido nada desde entonces y el ferrocarril se haya quedado solamente en un recuerdo agradable.
En la cuestión ferroviaria, yo me atrevería a decir que la comodidad de esos trenes tailandeses, ahora lamentables, en esos años era mayor que la de los españoles.
Las inversiones en nuestro ferrocarril con los nuevos Alvia han dejado a los tailandeses en la edad de piedra. ¡Ventajas de estar en Europa!.