Por estos días circuló en los medios argentinos la noticia de que un futbolista argentino que fue contratado para jugar en Tailandia golpea a su esposa y maltrata a sus hijos. La mujer, quien ya fue ayudada por la embajada para salir del Reino y se encuentra en nuestro país, decía que el marido la golpeaba sin miramientos y la encerraba en su departamento para irse con una tai.
En uno de los noticieros habló el marido quien, victimizándose, dijo que ella nunca había realizado ninguna denuncia en la policía y que el maltratado era él. Como el periodista que lo entrevistaba no tenía ni la mas puta idea de las costumbres tai, las palabras del marido no hicieron mas que sembrar la duda acerca de quién era víctima y quién el victimario.
Si uno se interioriza un poco de las costumbres tai y de los farag por esos lares, no es muy difícil adivinar qué es lo que paso.
este señor lo único que ha hecho es adaptarse a las costumbres del país.
Ojalá a ese valiente le dejaran el ojal como un colador en la cárcel, hablando mal y pronto.
Ah no, que ahora somos nosotros las víctimas, no me acordaba.
Uff, cuanto machote.