La creación oficial de una nueva provincia en el Norte de Tailandia contrasta hoy con la creciente ingobernabilidad en el Sur, donde las milicias separatistas arrecian la violencia.
La fundación de Bung Kan, la provincia número 77 de Tailandia, es un éxito en el despliegue de la agenda del gobierno, que destinó 60 mil efectivos para controlar el convulso territorio sureño.
Mientras el Norte mantiene un curso político normal, el sur sufre una escalada de violencia donde mueren por igual policías, soldados y civiles acusados de espiar para el gobierno.
En el más reciente enfrentamiento, una patrulla combatió durante 10 minutos contra varios insurgentes, que lograron una victoria circunstancial al matar a los oficiales.
Con antelación, tres personas fueron asesinadas en la provincia de Narathiwat, donde 10 hombres armados dispararon contra un matrimonio musulmán y su vecino mientras veían la televisión.
Según fuentes oficiales, una de las víctimas era miembro de la guardia para militar que se encargaba de la seguridad de la zona, por lo que al parecer los rebeldes pro-musulmanes "ajusticiaron" a sus compañeros de fe ante las sospechas por este vínculo.
Desde 2004 hasta la fecha, han muerto más de cuatro mil personas en los conflictos entre la milicia separatista islámica y soldados del gobierno, cuya administración tiene predominio budista.
Fuente: Prensa Latina