Tailandia prefiere a sus chicas-anuncio con título universitario

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Ser una chica-anuncio es un oficio en alza para muchas jóvenes en Tailandia, donde además de ser guapas se les exige un título universitario que no necesitan las mismas modelos a las que emulan.

A falta de una oportunidad para abrirse camino en las pasarelas o demostrar su talento artístico en casting de películas, miles de chicas se ganan así la vida mostrando sus rostros agraciados durante las deslumbrantes puestas en escena que acompañan los lanzamientos de marcas y no faltan en cualquier acto de promoción que se precie.

Uno de los mayores eventos anuales de Bangkok que más acopio de bellezas hace, es el Salón del Automóvil en el que con sus poses y sonrisas ayudan a las marcas de coches a atraer la atención de los potenciales compradores, la inmensa mayoría hombres.

Los visitantes miran de refilón las novedades del mundo del motor y con sus cámaras disparan una foto tras otra a las chicas que revolotean alrededor del vehículo de la marca por la que han sido contratadas, previo examen de su aspecto físico y formación en la enseñanza superior.

Los grandes fabricantes internacionales del sector se han dado cuenta de la importancia que tiene la estética en Tailandia y por ello han adoptado la costumbre local de emplear como reclamo a jóvenes con una discreta apariencia sensual en vez de exhuberantes azafatas.

Las mujeres suelen rondar los veinte años, la imagen que dan recuerda a la de muñecas recién salidas de un cómic manga, y para atraer al público hacen ademanes infantiles y poses sugerentes.

Para conseguir esa apariencia casi dibujada, todas ellas han pasado horas probando maquillajes y peinados, explica a Efe Bow, empleada por el fabricante nipón Lexus.

"Esta profesión es mucho más dura de lo que parece", afirma esta chica de 25 años que luce unas lentillas especiales para agrandar el tamaño de sus pupilas, un objeto cuya utilización esta muy extendida en el país entre la juventud más coqueta.

Bow también exhibe unas uñas postizas de porcelana decoradas con falsos brillantes, extensiones de pelo artificial en su cabello y pestañas de pega que acentúan la caída de sus párpados, como la mayoría de las chicas "bonitas" dedicadas a la promoción.

Todas ellas calzan plataformas de vértigo y visten elaborados diseños que van desde el minimalismo más exiguo en cuanto a metros de tela hasta un estilo rococó propio de los trajes de época.

Estas profesionales de la belleza deben tener cumplir además otros requisitos, como ser finas en el trato con la gente, estudios superiores y, por supuesto, proceder de una familia con contactos.

Casi todas han terminado carreras universitarias o compaginan los estudios con esporádicos trabajos como "bellas" para sufragarse sus gastos y tener independencia económica.

Así, por ejemplo Bow y su compañera Nammuan acaban de licenciarse en Humanidades, hace un par de años que se mueven en este mundillo y cuando lo abandonen, aspiran tener su propio negocio, ya que, reconocen, no pueden vivir mucho tiempo de solo ser "bonitas".

"Esto es agotador física y mentalmente. Hay que aguantar muchas horas con buena cara y soportar a más de un impresentable", apunta Nammuan uniformada con un sofisticado vestido de gala.

Sin embargo, no todo son lamentos, pues las chicas cobran de media unos 45.000 bat (unos 1.500 dólares o algo más de mil euros) además de dietas y hotel por 15 días de trabajo, una remuneración relativamente alta en este país donde el salario mínimo mensual son unos 155 euros (220 dólares).

Las chicas "bonitas" son contratadas después de superar una semana de "entrenamiento" y formación.

"Aprenden cuestiones técnicas de la empresa a la que representan, además de cómo vestir, maquillarse, hablar, y cómo deben comportarse entre ellas", explica Sun, productor del evento de Lexus.

Nammuan añade que "nos enseñan técnicas para que no se produzcan confrontaciones entre nosotras, y cómo ser organizadas, responsables y algo muy difícil de cumplir para un tailandés: puntualidad." Sun afirma que la mayoría de los visitantes acuden al evento atraídos por las chicas y que de ellas depende que en el fondo de cada foto que se toma aparezca una u otra marca de automóviles.

Fuente: Agencia EFE