Singapur: Debate sobre los soldados ‘mimados'

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¿Están preparados los soldados de Singapur para la batalla? Es una de las muchas preguntas planteadas por los internautas tras su reacción a la foto que muestra cómo alguien que parece ser una empleada doméstica carga con la mochila  de un joven militar.

La foto fue subida en primer lugar a Facebook  e inmediatamente llamó la atención de los medios de comunicación. Desde ese momento el militar no ha hecho más que manifestar su arrepentimiento por su comportamiento, según le han aconsejado.

Senang Diri señala que la foto confirma la idea de que los soldados de Singapur son unos ‘blandengues malcriados’:

(La foto) resume  lo que hace tiempo vienen criticando los detractores del SAF y que ha costado horrores enmendar a las autoridades locales - que los militares de Singapur sean unos blandos chicos de ciudad. Blandengues malcriados, mimados por papi y mami y por una empleada doméstica que les ayuda, no aptos para luchar, lastres potenciales en combate claramente no preparados para los rigores de la guerra. No hace falta un pie de foto para darse cuenta, ¿verdad?

rogerpoh señala a los padres como responsables de la escasa disciplina de los niños de Singapur:

El origen del problema radica, en parte, en la deficiente disciplina escolar reinante en el sistema educativo. Un enfoque blando de de lo que debe ser la disciplina en la escuela está alimentando a generaciones de estudiantes mimados y maleducados secundados por sus padres.

Loh y Behold han redactado esta carta sarcástica para ilustrar su punto de vista:

Querido Wussy, ¡te has hecho famoso!

¡Tu foto está en todas partes!

Todo el país está conteniendo la respiración esperando a que te des la vuelta y se te vea la cara pero, hijo, papi y mami te han aconsejado que sigas hacia adelante sin siquiera parpadear.

¡Que sigan hablando esos perdedores, ni se te ocurra  cargar con tu mochila!

Pues tienes un futuro brillante por delante, querido Wussy, papi y mami no pueden soportar, por tu propio bien,  ver cómo te hacen daño por cosas tan triviales e insignificantes como cargar con tu propia mochila, lleno de bondades fortificantes como ginseng, bak kwa, esencia de pollo y varias latas de abalón para el snack de medianoche. (El abrelatas está en el bolsillo lateral de la izquierda, querido hijo.)

Mr. Brown insta a la gente a no ser  “demasiado duros” con el muchacho:

Pienso que no deberíamos ser demasiado duros con el muchacho. Después de todo, no hace nada más que lo que hace el resto de gente en Singapur: que los extranjeros hagan aquello que a nosotros no nos gusta.

¿Quieres  tau huay? culpa también a la mala educación de los hijos y a la vez se pregunta cómo es que los jóvenes de 18 años de Singapur son lo suficientemente maduros para llevar un rifle pero no para votar.

Cierto, el chico se equivoca al hacer que la empleada doméstica lleve su mochila, pero la culpa es directamente de los padres.

La polémica está en que ya que los chicos de 18 años saben cómo agarrar un rifle, (18 es la edad de reclutamiento), ¿cómo es que no pueden opinar sobre política? Me aferro a este argumento. Pero fotos como las que hemos visto antes no ayudan a que gente como yo apoye que se baje la edad legal para votar.

Singapore Kopi Tok cree que la foto del soldado ha perjudicado la imagen del ejército:

Este soldado le ha hecho un flaco favor al Ejército de Singapur. Puede que sólo se trate de un caso aislado, pero ha dañado la reputación del ejército y de todos aquellos que visten el uniforme con orgullo.

A todos los militares activos del Ejército de Singapur. Carga con tu propia mochila y cepíllate tus propias botas; es lo menos que se le puede pedir a un soldado.

Vicky's Writings piensa que este chico pertenece a la generación de escolares a los que la empleada de hogar les llevaba la mochila:

Se trata probablemente de uno de los miles de chicos y chicas a los que la empleada de hogar les llevaba la mochila. Hace poco escribí en mi blog sobre un chico de mi barrio al cual la empleada de hogar le llevaba la mochila desde su casa hasta la parada del autobús, apenas a 1o metros de distancia. (Me sacudo la cabeza cada vez que lo recuerdo.)

A mis hijos les toca alistarse el próximo año. Les he enseñado la noticia e insisten en que estamos haciendo una montaña de un grano de arena. ¿Qué hay de malo? A los adultos les gusta quejarse de todo lo que hacemos.