Queman iPads 2 de papel en Malasia para enviárselos a sus familiares fallecidos

Taxonomy upgrade extras:

El desabastecimiento del iPad 2 de Apple se ha extendido a la otra vida, y familias chinas en Malasia se apresuran a comprar réplicas en papel del popular nuevo dispositivo para quemarlas en honor a sus muertos dentro de un ritual que tiene siglos de antigüedad.

Durante el festival de Qingming, las comunidades chinas en Asia honran a sus ancestros quemando dinero falso o réplicas de artículos de lujo como llamativos coches o bolsos de diseño.

El festival, que parte de las enseñanzas de Confucio de lealtad a la familia y a la tradición, es muy celebrado también entre los chinos en Malasia, que suponen una cuarta parte de los 28 millones de personas en el país, de mayoría musulmana pero multicultural.

"Algunos de mis clientes tienen sueños en los que sus familiares difuntos les piden artículos de lujo como el iPad 2", dijo el dependiente Jeffrey Te mientras llenaba cofres de cartulina con dinero falso en su tienda de artículos para la oración de las afueras de la capital.

"Sólo puedo ofrecerles el primer modelo del iPad", añadió, señalando a las estanterías llenas del dispositivo junto con iPhones y tabletas Galaxy de Samsung de papel.

Te recibió 300 réplicas del iPad 2 desde China para el festival de Qingming, que han volado de las estanterías y se ha quedado corto ante la gran demanda, un escenario al que también se enfrenta Apple.

En la tienda de Te, los iPads de primer y segunda generación en papel se venden a un dólar por el de capacidad de 888 gigabytes, un número favorable en la cultura china. Un iPad básico de 16 gigas para los vivos cuesta 499 dólares .

Para algunos chinos, los dispositivos tecnológicos no formarán parte de la lista de la compra para sus familiares fallecidos.

"Pertenecen a la generación anterior. Si les das los llamados iPads, no saben cómo usarlos", dijo Thomas Soong, de 61 años, mientras prendía fuego a una pila de dinero falso en la tumba de su abuela en los límites de la capital malaya.

"Así que tradicionalmente les damos zapatos, camisas (...) todas las necesidades", añadió.

Fuente: Reuters