El Gobierno de Japón ha detectado altos niveles de radiactividad en leche y productos agrícolas cerca de la central nuclear de Fukushima, aunque aseguró que la contaminación "no supone riesgo inmediato".
El ministro portavoz del Gobierno nipón, Yukio Edano, dijo este sábado que el Ejecutivo tomará las medidas adecuadas y no descarta posibles limitaciones en la distribución de productos de la zona.
Edano precisó que en la tarde de este viernes se detectó un "alto nivel de radiación" en leche producida en Fukushima, y este sábado en espinacas cultivadas en la vecina región de Ibaraki.
Este anuncio se produjo en medio de las preocupaciones sobre la posible exposición de la población a la radiactividad tras el accidente nuclear de la central de Fukushima, afectada por el terremoto y tsunami del día 11.
El Ministerio de Sanidad ha enviado expertos a Fukushima y a la vecina provincia de Ibaraki para que realicen una investigación sobre el terreno, mientras las autoridades provinciales estudian qué medidas adoptar.
Edano aseguró que el Gobierno continuará recopilando datos sobre niveles de radiación en alimentos para coordinar sus políticas y evitar que se extiendan rumores que afecten injustamente a otros productores locales.
Reanudan los trabajos en la central
Equipos de bomberos reanudaron este sábado el lanzamiento de agua con cañones sobre el reactor 3 de la central nuclear de Fukushima (noreste de Japón) para tratar de bajar su temperatura, en una operación que está previsto se prologue durante siete horas.
Según la televisión nacional NHK, los bomberos estacionaron frente al reactor un vehículo controlado a distancia para lanzar agua sobre la piscina de combustible de la unidad 3, en el tercer día de operaciones para evitar que las barras almacenadas en ese recipiente queden expuestas al aire.
El agua marina llega por una manguera de unos 300 metros al cañón del camión, que la lanza desde una altura de 22 metros sobre la piscina.
Enfriar la piscina del reactor 3 es desde hace días la prioridad de los operarios de la central, puesto que allí se encuentra una gran cantidad de combustible utilizado que, al bajar el nivel del líquido y calentarse, puede llegar a incendiarse y desprender radiactividad.
Según la NHK, las autoridades han enviado además hacia Fukushima otro tipo de cañón de agua con más potencia, similar al utilizado en la crisis de Chernóbil, que está previsto llegue a la central en las próximas horas.
Por otra parte, la Agencia de Seguridad Nuclear indicó este sábado que la temperatura de las piscinas de combustible se han incrementado en los reactores 5 y 6, pero se espera que descienda en las próximas horas ya que las bombas de refrigeración funcionan en esas dos unidades.
Los trabajadores de TEPCO, la propietaria de la planta, intentan además llevar la electricidad a los generadores 1 y 2, en una crucial operación que permitiría reactivar su sistema de refrigeración.
El Gobierno de Japón evacuó esta semana a más de 200.000 personas en un radio de 20 kilómetros de la planta, al tiempo que recomendó a aquellos entre 20 y 30 kilómetros que no salieran de sus casas y mantuvieran las puertas y ventanas cerradas.
No obstante, algunos residentes impulsados por la inquietud han incumplido la orden de permanecer en sus casas, lo que ha llevado a las autoridades a instarles a tomar sus vehículos en lugar de caminar, llevar máscaras, no exponer su piel y evitar la lluvia, según NHK.
Fuente: Agencia EFE