El número de fallecidos por el terremoto registrado el viernes frente a las costas de Japón ha aumentado hasta los 420, mientras que los desaparecidos son más de 750, según ha informado la Policía japonesa, citada por la agencia de noticias estatal Kiodo
El portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano, ha expresado la voluntad del Gobierno de llevar ayuda a las zonas afectadas por el desastre, y ha apuntado a una reunión de urgencia del Ejecutivo este sábado. "Este es el terremoto más grande desde la era Meiji (los 45 años del reinado del emperador Meiji entre 1868 y 1912), y se cree que más de 1.000 personas han perdido la vida", ha indicado.
La ciudad de Rikuzentakata (prefectura de Iwate) ha quedado prácticamente asolada, y de hecho casi todos los barrios están bajo las aguas, informa la Agencia de Gestión de Incendios y Desastres y la Policía Municipal, la cual aún ha sido incapaz de contactar con el cuerpo de Bomberos de la ciudad.
La cifra de muertos subirá notablemente si se confirma el hallazgo de entre 200 y 300 cuerpos en Sendai, prefectura de Miyagi. En esta población se calcula que casi todas de las cerca de 1.200 viviendas han sufrido daños. Mientras, en la prefectura de Fukushima han quedado destrozadas unas 1.800 casas.
Desde Futaba (Fukushima), un funcionario del Ayuntamiento estima que "más del 90 por ciento de las viviendas han sido arrasadas". El índice de radiactividad en torno a la central nuclear de Fukusima-Daichii es mil veces superior a los estándares normales. El primer ministro, Naoto Kan, ha ordenado por ello la evacuación de unos 3.000 vecinos que viven en un radio de 10 kilómetros de la planta.
Kan ha inspeccionado este sábado la central nuclear afectada por el terremoto en Fukushima. "Me doy cuenta del gran daño que ha hecho el tsunami", ha dicho Kan a su retorno a Tokio. El operador de la central nuclear número 1 de Fukushima ha abierto las válvulas de los contenedores que contiene los reactores para reducir la presión, un movimiento que ha llevado a una pequeña liberación controlada de gas radiactivo.
Las réplicas del terremoto están sacudiendo a las prefecturas de Nagano y Niigata, al noroeste de Tokio. Algunas comunidades permanecen aisladas, informa la agencia estatal Kiodo. Por otro lado, aún se desconoce el estado de cuatro trenes que cumplían sus rutas en Miyagi e Iwate, tal y como han señalado las autoridades ferroviarias niponas.
Continúa resultando complicado hacer un análisis general de los estragos de la tragedia, pues las advertencias por tsunami, todavía vigentes, prohíben el acceso a muchas zonas incluso a los equipos de rescate.
Fuente: Europa Press