Según la televisión tailandesa, el monarca salió ayer por la tarde del Hospital Siriraj de Bangkok para comprobar desde el cercano muelle el nivel del agua del río Chao Phraya.
El soberano, vestido con un polo de su habitual color rosa, fue vitoreado por cientos de ciudadanos que acudieron al lugar, según el parte oficial de la Casa Real.
Los médicos están satisfechos con su evolución desde la intervención, practicada hace tres semanas y en la que los cirujanos drenaron líquido de la cavidad de la espina dorsal del rey para sacarle de la silla de ruedas en la que ha sido visto en sus últimas apariciones en público.
A partir de ahora, Bumibol Adulyadej tendrá que seguir un régimen de rehabilitación para recuperar la fuerza en los músculos del tren inferior.
El rey de Tailandia lleva hospitalizado desde el 19 de septiembre de 2009, cuando ingresó aquejado de fiebre alta, falta de apetito y una inflamación pulmonar, pero la Casa Real inicialmente afirmó que se trataba de un chequeo rutinario y no había motivo alguno para la preocupación.
Desde entonces, más de 10.000 tailandeses han acudido al centro médico para rezar por la salud del soberano, al que la mayoría de la población considera un semidiós aunque ahora tenga un aspecto muy frágil.
Todo lo que rodea al monarca es un asunto muy sensible en Tailandia, donde la ley de lesa majestad castiga cualquier ofensa hacia la Casa Real con hasta 15 años de cárcel.
Bumibol Adulyadej, el monarca más longevo del mundo pues reina desde 1946, fue sometido en 1995 a dos operaciones quirúrgicas por problemas cardiovasculares, y desde entonces tiene a su alrededor un equipo entero de médicos que vigila constantemente su salud.
Fuente: Agencia EFE