Todo hace indicar que el número de víctimas del terremoto que la semana pasada afectó a Birmania (Myanmar) se elevará en los próximos días, pues hay un gran grupo de la población damnificada que no tiene agua ni alimentos, mientras que los trabajos de ayuda y rescate se dificultan por lo convulsionada y peligrosa que es la zona dañada, dominada por mafias de narcotráfico.
Los medios de comunicación birmanos, controlados por el estado, han mantenido la cifra de muertos en 73, 125 heridos y 224 casas colapsadas, sin embargo el reporte de la Oficina de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas La Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA) calcula con informaciones de UNICEF y otras organizaciones humanitarias que operan en la zona que el número de afectados ronda los 110.500 (95.000 en TaChilek, 9.000 a Tarlay y 6.500 a Mong Lin), mientras que las autoridades birmanas omiten de momento este dato.
La población de la zona también asegura que los muertos son muchos más que los reconocidos oficialmente, y que mucha gente ha abandonado la ciudad para tratar de ingresar a la vecina Tailandia.
Fuente: Diario La Primera