Artistas de todo el mundo reivindicaron que el "body painting" o "pintura corporal" se considere un arte durante una exhibición de creatividad e inspiración celebrada en la paradisíaca isla de Samui, en Tailandia.
Sirenas, caracolas, caballos de mar, barcos, estrellas, reptiles, aves o flores exóticas fueron algunos de los temas plasmados sobre los lienzos de piel de esbeltos modelos en este certamen, el primero de este tipo celebrado en Asia.
España, Brasil, Austria, Bulgaria, Alemania, Corea del Sur, Suiza, Italia, Turquía, Israel, Reino Unido, Estados Unidos y Tailandia participaron en la Competición Internacional de Pintura Corporal de Samui, celebrada durante el fin de semana.
La artista búlgara Bella Volen fue galardonada con el primer premio en la sección titulada "Cielo en la Tierra", el domingo, mientras que la austríaca Birgit Moreti se impuso el día anterior dentro de la temática "Bajo el azul profundo del mar".
"El 'body painting' es un tipo de arte que apenas ha iniciado sus pasos en España, mientras que en Austria empezaron hace veinte años y llevan diez organizando competiciones", dijo a Efe el artista español Erasmo Díaz Merchán.
Y añadió: "Queremos reivindicar a los profesionales de este arte, que para empezar nos gastamos una media de 300 ó 400 euros (unos 426 o 568 dólares) en pintura y maquillaje de calidad para conseguir el mejor resultado sin perjudicar a los modelos".
En la sección "Bajo el azul profundo del mar", Daaz empleó seis horas para transformar a una modelo tailandesa en una sirena azul oscuro con una elaborada y minuciosa aplicación de maquillaje y brillantina en cada palmo de su cuerpo.
"Dentro de la temática 'Paraíso en la Tierra', he pintado un cielo nocturno estrellado", manifestó el artista hispano, quien se inició en la pintura corporal hace cuatro años.
Los modelos tienen que convertirse "en cómplices del artista porque es un proceso tedioso de pintura y luego tienen que exhibir la pintura con dramatismo, a mi modelo le dije que se comportara como una sirena", explicó Daaz.
Muchos de los modelos se metieron de lleno en los papeles de las pinturas, ante la curiosidad de decenas de visitantes que desafiaron la lluvia en Samui.
"A veces te sientes un poco como un mono de feria, con todo el mundo mirándote fijamente todo el cuerpo, supongo que es el precio por llevar a cuestas una obra de arte", indicó con humor una modelo estadounidense.
Y añadió: "La parte que más cuesta son los ojos porque son muy sensibles y el cuello, donde el pincel me producía dentera".
Una de las obras más admiradas fue la del artista brasileño Alfren Carvalho, quien representó el hundimiento del barco Titanic, una obra en la que utilizó cinco horas de minucioso maquillaje.
"La parte más difícil fue dibujar la lámpara del barco y los detalles de las joyas hundidas, para lo que utilicé maquillaje, pintura de labios, polvo dorado, brillantina que apliqué con un pincel y con esponja", detalló el brasileño.
Agregó que "no quería caer en el tópico de los peces y los corales", por lo que decidió "recrear un tema dramático y misterioso con posibilidades de crear algo bello".
La pintura corporal es una forma de expresión artística que se remonta a las primeras tribus humanas, quienes utilizaban carbón, tierra y sangre animal para pintar sus cuerpos de forma que pudieran identificarse, camuflarse o ponerse motivos religiosos.
Esta práctica sigue vigente entre los pueblos indígenas de Australia, Nueva Zelanda, algunas islas del Pacífico o en Latinoamérica, donde utilizan colorantes de origen vegetal.
La pintura con "henna" (alheña) en India y Oriente Próximo se utiliza principalmente en las bodas para decorar la piel y el cabello de la esposa.
Fuente: Agencia EFE