Apichatpong Weerasethakul, ganador de la última Palma de Oro del Festival de Cannes por El hombre que podía recordar sus vidas pasadas (Uncle BoonmeeWho Can Recall His Past Lives, 2010) dialogó con EscribiendoCine durante un reciente viaje Argentina sobre su máxima pasión y la nuestra: El cine. “Lucrecia Martel es una de las realizadoras más interesantes y desafiantes que hay en esta parte del mundo”.
¿Cómo ve el desarrollo del cine en Tailandia tras haber ganado la Palma de Oro?
El reconocimiento de lo que fue el premio fue enorme. Una cosa muy importante es que los jóvenes en Tailandia tienen mucha más confianza para hacer y presentar sus trabajos en formato digital y también hay mayor prestación de las salas de cine. Recientemente se abrió el primer teatro para películas digitales independientes en Tailandia. También hay algo para llamar la atención y celebrar esta forma particular que tiene el cine que lo hace diferente de las otras artes y el digital ha ayudado mucho.
¿Qué cambió de su vida luego de recibir el premio?
Desde que recibí el premio no he parado de viajar y voy a estar viajando también el año que viene. Esto es algo que desorienta bastante porque además siempre estoy en una sala de cine. No sé si estoy en New York, Cannes o Buenos Aires pero más allá de eso viajar me inspira mucho y me permitió llegar a lugares a los que antes no había tenido la oportunidad.
En primer lugar para mí Cannes no es la cima, se trata de una excitación continua. Se trata de una felicitación, de un reconocimiento y me dio mucha confianza en lo que hago. Cuando uno hace este tipo de películas es muy difícil conseguir financiación. Cuando filmamos la película no teníamos la financiación completa y la verdad es que no es fácil filmar así, es un proceso sadomasoquista porque se trata de dolor y goce. Cannes es una de las cimas pero no va a cambiar l forma en que yo hago y veo el cine. Sí tuve muchas ofertas después ganar el premio pero de gente que no sé si conocía mi trabajo.
Sus películas anteriores habían tenido problemas con la censura tailandesa ¿Esto cambió después de Cannes?
Es un poco la magia que tiene Cannes. En el momento que fui censurado la situación política era bastante delicada, hoy en día cualquier buena noticia es recibida con mucha alegría y creo que el premio lo recibieron con mucha alegría. En Tailandia fue el primer país donde se estrenó la película comercialmente e incluso con mucho éxito.
¿Tuvo la oportunidad de ver cine argentino?
Conozco a Lucrecia Martel que es una de las realizadoras más interesantes y desafiantes que hay en esta parte del mundo. Después no conozco mucho más, la idea de este viaje es poder conseguir la mayor cantidad de películas que pueda. Martel fue la primera que me abrió a este tipo de cine. Estuve de jurado en Cannes el año que participó con La mujer sin cabeza y fui el único que defendí la película fervientemente.
¿Cuál es su opinión sobre el cine masivo como puede ser el caso de Almodóvar o Woody Allen?
Sobre Almodóvar es muy difícil hablar pero el siempre transmite la vida. Yo lo admiro porque tiene una noción increíble de la historia del cine con muchas referencias a grandes clásicos y refleja además la vida caótica de Madrid. Es un director que hace películas con personalidad, al igual que Woody Allen uno desde los primeros planos se da cuenta quién hizo la película. Hacer películas que reflejen a su director me parece muy importante.
-¿Qué idea tiene sobre la distribución del cine por internet?
Para mí es el sumun de la distribución del cine sólo que está en una etapa muy temprana de su desarrollo, pero sí es una salida muy importante para el cine y es el lugar donde hoy en día la gente socializa. Además le permita mucha más difusión a una película y hasta puede ayudar a la financiación porque una página web es algo muy global. Es una plataforma que está comenzando pero también necesitamos de la experiencia de la sala obscura. Es decir crear en la casa un cine hogareño.
¿Qué nos puede decir sobre el cine tailandés?
Tailandia es un pequeño país y el cine es básicamente cine de estudio, cine comercial y no se consideraba hasta hace poco una forma de arte. Por lo general los realizadores eran toda gente privilegiada, de clase alta por lo cual no había ningún lugar donde estudiar o ninguna institución que apoyara o financiara la realización de la película. Las películas tailandesas tienen mucha influencia del cine de la India Hong Kong y Hollywood, lugares que influyeron en los lenguajes cinematográficos. El contenido de las películas es local pero el lenguaje universal y prestado. Hay muchas películas de género principalmente de terror y amor.
¿Qué cantidad de películas llegan a estrenarse?
Se estrenan alrededor de 50 películas al año producidas en Tailandia, hay cinco grandes estudios que funcionan a su vez como un banco ya que no hay otro lugar que entregue créditos o subsidios al cine.
¿Las nuevas tecnologías no ayudan a que se haga otro tipo de cine?
Sí, esto está cambiando gracias a la tecnología. Hay una explosión de muchos realizadores jóvenes que hacen películas en digital de manera independiente.
¿Qué directores asiáticos contemporáneos le interesan?
Abbas Kiarostami y Tsai Ming Liang por que muestran su propia realidad en las películas, filman en su país. Hoy me siento más conectado con Tsai Ming Liang que con cualquier otro director.
Fuente: Escribiendo Cine por Juan Pablo Russo