La explosión de produjo en la provincia de Narathiwat, limítrofe con Malasia, cuando una patrulla de propaganda oficial transitaba en un vehículo una carretera del distrito de Tak Bai.
La bomba, de fabricación casera, fue accionada mediante control remoto mientras los dos policías instaban por megafonía a los vecinos a acercarse al vehículo para recoger algunos productos básicos que las autoridades distribuyen de forma gratuita con la finalidad de mejorar su imagen.
Los ataques con armas ligeras, asesinatos y atentados con bomba se suceden casi a diario en el sur de Tailandia, pese al despliegue de 31.000 agentes de las fuerzas de seguridad y la declaración del estado de excepción, que las autoridades se plantean levantar pese a la oposición del Ejército.
Cerca de 4.500 personas han muerto en las provincias de mayoría musulmana, Pattani, Yala y Narathiwat, desde que el movimiento separatista islámico reanudó la lucha armada en enero de 2004.
Tailandia se anexionó en 1902 las provincias que formaban el antiguo sultanato de Pattani y donde la mayoría de la población es musulmana y de etnia malaya.
Los guerrilleros denuncian la discriminación de los malayos en la administración, de su lengua y de su cultura y exigen la creación de un estado islámico independiente.
Fuente: Agencia EFE