Otro barco de turistas se hunde en aguas tailandesas

El problema no creo que sean los turistas. Imagino que la mayoría de ellos saben nadar. El problema son los pasajeros Tailandeses. Esos se van al fondo como una piedra.

Para que haya bajas de guiris tienen que haber otra cabronada, además del propio  naufrágio, de lo contrario todos se ponen a salvo, no en un periquete, pero si  en un tiempo razonable. Por ejemplo, los que palmaron en el Concordia, que estaban prácticamente en  la orilla, fué porque no les avisaron de que el barco naufragaba hasta última hora y acabó pillando a unos pocos. De haberlo advertido a tiempo no muere nadie, hubieran salido todos a escape, algo menos rápido que el capitán, eso si.

En cuanto a lo que dice Gollum, es verdad. Todavía no he visto ningún thai que nade decentemente. No digo yo que hayan aprendido en piscina olímpica con profesor de natación, pero al menos un estilillo autodidacta en crol, que menos, de gente que presume tanto de ser los reyes del agua. Na de na, como los chuchos el que mejor lo hace.

Mientras en las playas sigan alquilando neumáticos de camión no aprenderán a nadar.

Saludos

Este fenómeno de la falta de destreza en natación yo también pienso que es algo cultural, no un problema de renta per cápita. He visto el mismo fenómeno en paises del caribe, concretamente en república dominicana. A pesar de vivir en un paraiso tropical, tienen el estigma de vivir en una sociedad profundamente racista, donde en el documento nacional de identidad, se especifica el color de la piel, existiendo un sinfín de términos para definir el tono. Allí la pirámide social va del blanco al negro, siendo éste el estrato más bajo, por tanto el afan por una piel lo más blanca posible les hace huir literalmente de lugares en los que exponerse al sol, y eso es incompatible con la natación. Exactamente lo mismo que ocurre en Asia. Por no hablar también de la moral judeocristiana de esos paises de ascendencia latina, donde el pudor en enseñar el cuerpo es comparable, pero por distintos motivos, al asiático.

   Eso sí, los ricos (que son pocos), tienen piscina en casa y aprenden a nadar en las instalaciones de sus colegios privados.

El principal problema es que en Tailandia, así como en otros países asiáticos y de otros continentes, se pasan por el forro el certificado de navegabilidad que se obtiene en cada revisión una vez aprobada la ITB (Inspección Técnica de Embarcaciones). Además de superar el número de pasajeros, etc. Y así pasa lo que pasa.

La verdad es que en Tailandia nunca he tenido ninguna mala experiencia navegando en long tails, veleros o ferrys... pero en Filipinas ya me he acojonado un par de veces.

El hijo de un buen amigo vive en Java, la isla más poblada de Indonesia y en cierta ocasión nos contó que organizaron una excursión en la barca de un coleguita a la isla que estaba en frente del pueblo costero donde vive. El caso es que otro colega, hijo de una persona de cierta relevancia en el pueblo, se añadió a la excursión junto con unos amigos y por no mandarle a tomar por saco y hacerle un feo, que es lo que tenían que haber hecho, le admitieron y se se metieron todos en la barquita y emprendieron el viaje. La barca iba abarrotada y acabó naufragando antes de llegar a la isla. El caso es que el hijo de mi amigo, un buen nadador, se dedicó a ayudar a todos, ya que buena parte de ellos no sabían nadar. Pudo ver que el cabroncete que aportó el exceso de equipaje, que también era un buen nadador, en vez de ayudar a los que tenían dificultades, se había hecho con el único bidón que había en la barca.

Lo siguiente que recuerda, es cuando se despertó en el hospital y le dijeron que creían que  se había ahogado. Gracias a que unos pescadores que estaban pescando cerca de la isla y se fijaron en que los de la barca se estaban hundiendo,  fueron los que al final rescataron a todos y al hijo de mi amigo que había perdido el conocimiento. En el hospital tuvieron que atender a unos cuantos, pero nadie palmó en el incidente.

"El ahogado, hijo de mi amigo" nos dijo que los indonesios son buena gente en general, algún cabroncete como su amigo, pero eso si,  todos unos inconscientes ¡Hala, alegría, que más da que vayan 5 que 50 en la barquichuela! Por cierto, luego entre todos tuvieron que aportar para comprarle otra barca al propietario, que era su instrumento de trabajo.

Como no tengas a mano un salvavidas de poco sirve saber nadar en alta mar.