El frente antigubernamental tailandés movilizó hoy a miles de seguidores llamados "camisas rojas" en el arranque de su pugna para ganar las elecciones del próximo 3 de julio, al cumplirse un año del violento fin de sus protestas.
Al menos 10.000 "camisas rojas" secundaron, según la Policía, la manifestación convocada por los cabecillas del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, la plataforma de movilización del opositor Partido Puea Thai (de los Tailandeses).
La manifestación de partidarios del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto en el golpe de estado perpetrado en 2006 y a la la espera de poner fin a su exilio si se produce una victoria de los suyos en las urnas, espoleó la campaña electoral.
"A mi me gustaría el regreso de Thaksin", exclamó una maestra jubilada que se identificó como Sathia y seguidora del frente antigubernamental.
Los "camisas rojas" ocuparon durante la jornada la misma zona del corazón comercial de Bangkok de la que hace año fueron desalojados a tiros por los soldados, en una operación que acabó con más de dos meses de protestas callejeras salpicadas por brotes de violencia que causaron 92 muertos y cerca de 1.900 heridos.
Al mismo tiempo que miles de manifestantes invadían la zona y los comercios y hoteles próximos echaban el cerrojo por temor a que se produjeran altercados, en otro lugar de la ciudad un total de 27 partidos políticos, la mayoría de reciente creación, formalizaban la inscripción de sus correspondientes candidatos al Parlamento.
"Muchos esperamos que con estas elecciones Tailandia recupere la estabilidad", dijo el presidente de la Comisión Electoral, Apichart Sukkanond, una vez completada la inscripción.
Aunque en Bangkok y en el resto del país hay calma, la profunda fractura social continua abierta y no son pocos los tailandeses que temen un rebrote de la violencia a raíz del duelo electoral entre el Puea Thai de los políticos afines a Thaksin, y el Partido Demócrata del primer ministro, Abhisit Vejjajiva.
Las apuestas favorecen al Partido Demócrata, aunque se descarta que este pueda conseguir una victoria lo suficientemente holgada para gobernar sin tener que recurrir a la formación de una coalición con otras formaciones.
Pero una derrota electoral de la formación gobernante, supondrá sobre todo un serio revés para las filas del conservadurismo monárquico y la institución militar que han sido sus mayores apoyos desde que Abhisit accedió al poder, en diciembre de 2008.
Durante los últimos meses, el Ejército y el Gobierno se han visto obligados a desmentir en público incesantes conjeturas sobre ruido de sables en parte propiciado por la historia de Tailandia, donde desde 1932 han prosperado 18 maniobras de golpes de estado.
Estos comicios supondrán la primera prueba popular de Abhisit, un político de 47 años educado en la Universidad de Oxford y que desde el 2005 está al frente del Partido Demócrata, una formación que lleva casi dos décadas sin ganar unas elecciones.
Esta misma semana el Puea Thai, cuya lista de candidatos incluye al menos una decena de cabecillas de los "camisas rojas", designó candidata al cargo de primer ministro a Yingluck Shinawatra, sin experiencia política y hermana menor de Thaksin.
Durante algo más de dos años de Gobierno, el Partido Demócrata y socios de la coalición, han introducido políticas de corte populista muy similares a las que catapultaron el ascenso de Thaksin hasta un nivel de popularidad nunca antes alcanzado por un gobernante tailandés.
Thaksin, multimillonario condenado en rebeldía a dos años de cárcel por un delito de corrupción y declarado prófugo, ha afirmado en declaraciones hechas desde el exilio que el Puea Thai sigue sus instrucciones y por eso su lema es "Thaksin piensa, Puea Thai hace".
Fuente: Agencia EFE