La ciudad de Pattaya fue por muchos años un referente para el turismo sexual y ahora quiere reemplazar las imágenes de chicas bailando en tubos por playas tranquilas, ideales para disfrutarse en familia.
Pattaya está localizada a 150 kilómetros de Bangkok, Tailandia, y su fama comenzó en los años 60, cuando después de ser un tranquilo puerto pesquero se convirtió en un destino turístico para los soldados que peleaban en Vietnam, esto atrajó la atención de otros habitantes de Bangkok que, de la misma forma, comenzaron a visitarla y eventualmente llegaron los turistas internacionales.
Aunque Pattaya ganó fama por su tolerancia a la prostitución, el alcalde de la ciudad, Itthiphol Kunplome, intenta cambiar eso al acudir a exposiciones internacionales para promocionar la ciudad como un destino amigable para las familias. Sin embargo la realidad contradice esta imagen, según CNN Go.
Las realidades en tierra
Uno de los principales problemas que enfrenta la ciudad es el acoso de los vendedores a turistas. Desde la playa hasta las banquetas los turistas son asediados por vendedores que incluso llegan a agredir verbalmente a aquellos que no desean comprar.
Una de las estafas más conocidas en la ciudad es la renta del jet-ski, donde los visitantes que contratan el servicio son acusados después de dañar la embarcación cobrándoles hasta 40,000 bahts (más de 1,300 dólares). Cuando los turistas se encuentran con este problema no reciben ayuda de la policía, ya que estos tienen la indicación de no involucrarse en peleas.
Gracias al trabajo de otros medios de comunicación que han publicado reportajes como Imágenes sobre los abusos del jet-ski en Pattaya, las autoridades afirman que están trabajando en una solución.
Los bares y clubes nocturnos son revisados por la policía en busca de droga y para verificar la mayoría de edad de las personas que frecuentan esos sitios, sin embargo en este tipo de establecimientos aún reina la ilegalidad. Es común encontrarse con páginas de internet y foros en los que se discute la corrupción de estos lugares. Es el caso de Do Not Film Gogos se comenta que en este tipo de bares (donde se pueden encontrar los servicios rápidos que ofrecen los hombres) pagan a la policía, realizan desnudos y abusan de su poder.
Un estilo de vida de cinco estrellas al precio de dos
Niels Colov, un voluntario extranjero, líder policial y presidente ejecutivo de Pattaya People Media Group, afirma que si bien es cierto que el acoso de los vendedores ambulantes, las estafas y las playas sucias dañan la imagen del lugar, el trabajo de las autoridades ha sido bueno, ya que permite que los visitantes disfruten de "un estilo de vida de cinco estrellas al precio de dos", según CNN Go.
Colov también afirma que la ciudad es muy segura para las familias y que los crímenes registrados involucran tan sólo a una pequeña porción de turistas, además piensa que aquellos que cometen un crimen contra los visitantes pueden ser atrapados fácilmente.
"Quienes cometen delitos contra los extranjeros suelen ser atrapados gracias a la red de informantes. Un problema es que muchos de los residentes de la ciudad son itinerantes y no están registrados en Pattaya, por lo que la fuerza policial de Pattaya, de 400 personas, es un tercio del tamaño requerido”, cuenta Colov a CNN GO.
Howard Miller, cónsul de Gran Bretaña en Pittaya, afirma que hay diversos problemas que entorpecen la transformación de la ciudad a un destino amigable con los turistas. Además habla de los problemas que enfrentan los turistas que decidieron prolongar su estadía gracias a los bajos costos del lugar.
"No podemos prestar dinero a la gente para arreglar el conflicto, ni involucrarnos en negociaciones entre las partes, ni tampoco podemos dar dinero a la gente que gastó sus ahorros en parrandas nocturnas cuando descubren que no tienen fondos a la hora de regresar a casa", asegura a CNN Go.
"Algunas personas se ven atraídas al floreciente escenario de las drogas y cuando son arrestados creen que sólo deben llamar a la oficina para ser liberados. La realidad es que la cultura es muy distinta a la de Gran Bretaña y, mientras que un tratado internacional regula la Oficina Británica de Asuntos Extranjeros, aquí las cosas se manejan de forma distinta".
Un grave problema que enfrentan las personas que no pertenecen a esta región es que desconocen las normas aceptables en esta ciudad y los castigos que se imponen a ciertos delitos. "En Tailandia, el delito más pequeño puede recibir sentencias significativamente más severas que las que aplicarían las cortes británicas, mientras que la justicia en la calle puede ser severa y brutal si la gente se mete en problemas con quien no le conviene".
Cómo evitar el conflicto
Si se desea visitar Tailandia y evitar algunos de estos contratiempos siempre existe la posibilidad de visitar otra ciudad como Jomtien, donde las playas están más limpias, los servicios sexuales son menos evidentes y los bares tienen un ambiente más tranquilo. Sin embargo, no todo son noticias buenas, ya que al igual que en Pattaya, las playas de Jomtien también están ocupadas por camastros y sombrillas que se rentan.
A pesar de que las autoridades presumen esta ciudad como un destino familiar, no cuenta con muchas atracciones. Pattaya Park es un parque de diversiones, en la que su principal atracción es una torre de 170 metros, una montaña rusa, un acuario, pistas para go carts, exhibiciones de figuras de cera y con el mercado flotante se acaba la lista de atracciones.
Trabajo en progreso
Miller asegura que tras nueve años de vivir en la ciudad vio que los esfuerzos han atraído a visitantes no tradicionales, como visitantes de Medio Oriente. El número de turistas británicos está decayendo y esto podría evitarse con acciones de la policía local que permitan generar un verdadero ambiente familiar.
Fuente: CNN México