«España es el mejor amigo chino en Europa», dijo ayer el primer ministro, Wen Jiabao, a José Luis Rodríguez Zapatero nada más aterrizar en Pekín, durante la reunión que ambos mantuvieron en el «Palacio de la Luz Violeta». Y el presidente del Gobierno entendió el mensaje: no mencionó palabra alguna sobre la conculcación de derechos humanos en ese país durante su encuentro de 40 minutos, ni en el posterior que mantendría con el viceprimer ministro, Li Keqian, seguido de cena oficial con empresarios. Los menos interesados, por cierto, en importunar al gran socio asiático, que ayer anunció más compra de deuda española —ya tiene el 12% del total, 25.000 millones— este año y dinero de su Fondo soberano para capitalizar las cajas de ahorro.
Desde Moncloa justifican ese silencio presidencial argumentando que la de ayer era una escala «económica», la primera de un viaje de cinco días, que hoy llevará a Zapatero a Singapur en busca de fondos de inversión y, mañana y pasado, de vuelta a la isla china de Hainan. Allí participará en el Foro de Boao, el «Foro de Davos» asiático, junto con los líderes de los países emergentes y Hu Jintao.
¿Va a plantear el presidente del Gobierno español a Jintao algún reproche alusiva a los derechos humanos? Las fuentes consultadas ni lo dan por seguro ni lo descartan, pero dan una pista: la postura oficial en este tema es que la UE hable con «una sola voz», la de su Alta representante, Catherine Ashton. Y ella habló ayer, en Bruselas, a 9.000 kilómetros, para mostrarse «profundamente preocupada» por la suerte del artista chino Ai Wei Wei y otros activistas, en medio de un «deterioro» de los derechos humanos en este país. El destino propició que lo dijera mientras Zapatero cenaba en Pekín con Keqian y los empresarios españoles, y pedía que la UE reconozca ya a China como una economía de mercado, algo a lo que se resiste.
Este es el tercer viaje en busca de inversiones —«road show» en terminología de negocios anglosajona- que protagoniza el presidente del Gobierno en los últimos ocho meses para garantizar la solvencia de la deuda española: Nueva York, septiembre; Qatar y Dubai, hace un mes; y ahora China y Singapur. Un viaje, éste, largamente preparado: el secretario general de Presidencia del Gobierno, Bernardino León, vino a China en diciembre para vender la capitalización de las cajas, a resultas de lo cual una delegación del Fondo soberano chino se desplazó a Madrid para analizar oportunidades de negocio. Ya para entonces China había comprado deuda en dos emisiones de 2010. Ahora, volverá a invertir. Los técnicos del Fondo soberano irán a España este mes para analizar en qué cajas hacerlo.
Fuente: ABC