Malee Duangdee (19) mide 2,05 metros y vive en Tailandia. Su vida fue un infierno en el colegio, pero mejoró después
“Estaba desesperada por encontrar amigos, pero todos me ignoraban”. Malee Duangdee, una tailandesa de 19 años, cuenta lo difícil que fue su niñez y adolescencia por una sola razón: mide 2,05 metros.
Cuando tenía 9 años de edad, los médicos le encontraron un tumor cerebral que presiona un nervio, lo que provocó un desequilibrio hormonal: necesita una inyección trimestral, que cuesta 2 mil euros, para controlar su crecimiento.
Ella no recuerda con agrado su etapa escolar. “Me sentía como un monstruo, los alumnos me trataban mal y me ponían apodos. Había uno que no podía entender, ‘Dirty Malee’ (‘Sucia Malee’)”, comenta en declaraciones a ‘Daily Mail’.
Como resultado del tumor, ha perdido la vista. Su madre dice que tratan de hacer todo lo que pueden, pero que su situación económica no ayuda. “No siempre podemos pagar las inyecciones”, dice, por lo que el crecimiento de Malee podría seguir en aumento.
La tailandesa asegura, pese a todo, que después de la escuela, y gracias a su familia, y le ha ido mejor. Ahora dedica su tiempo a pasarla con los suyos.
Sin embargo, el futuro no parece tan alentador. “Nunca he tenido un novio. No creo que el matrimonio sea para alguien como yo”, dice. “Me encantaría ser como cualquier otra de 19 años, construir una vida para mí y divertirme. Pero quién sabe qué va a pasar”.
Fuente: El Comercio