Es bien sabido que desde tiempos inmemoriales Tailandia ha sido usada como refugio por parte de delincuentes de todo tipo y nacionalidad. Españoles, también, y algunos ahí siguen paseándose alegremente.
Ayer se detuvo a un pederasta en Samui, el hombre llevaba un año con trabajos de profesor, un clasico entre los expatriados.
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